Creo que posiblemente esta es la receta más fácil que hay preparado nunca. Es tan sencillo que casi da vergüenza ponerle la etiqueta de «receta».
Sin embargo el resultado es estupendo por lo que no podía dejar de compartirlas con vosotros.
Me encantaron y a los que las probaron también, son originales y a nadie dejan indiferente.
Os las recomiendo para sorprender a vuestros invitados y amigos. Con esta receta quiero participar en el concurso de aperitivos de atrapada en mi cocina.
- 200g de parmesano
- 1 cucharada de semillas de amapola (u orégano)
Precalentar el horno a 220º. Rallar el parmesano muy fino. Agregar las semillas de amapola o un poco de orégano, mezclarlo todo bien. Podemos ahorrar tiempo si compramos el parmesano ya rallado, pero le quitará frescura.
Repartir la preparación en pequeños montones sobre una placa de horno cubierta de papel sulfurizado, dejando bastante espacio entre unos y otros, aplastar un poco los montones con una cuchara de modo que se queden redondas.
Colocar un palito de madera en el centro de cada círculo.
Hornear entre 4 y 5 minutos, en realidad, en cuanto los círculos empiecen a dorarse en los extremos hay que sacarlos del horno.
Despegarlas con cuidado con una espátula y dejarlas enfriar.
Ya podemos disfrutar de nuestras piruletas. Tardan en hacerse más o menos lo mismo que en comerse.