Cupcakes de arándanos Cupcakes de arándanos

Hace mucho que no publico nada, tenéis que perdonarme el abandono pero es que han sido unos días muy particulares. Entre las vacaciones de Semana Santa (estuve yendo y viniendo con visitas) y que estoy a punto de cambiar de trabajo, con todo lo que eso ha supuesto: entrevistas, preparar papeleo, cerrar temas pendientes, celebraciones… no he parado, y ha sido el blog lo que menos atención ha recibido estas dos últimas semanas. Espero que no me hayáis echado mucho de menos.
Hoy os traigo unos cupcakes muy jugosos y muy agradables.
La historia de estos cupcakes es sencilla: quería hacer algo dulce para mis amigos y tenía una bolsita de arándanos secos que me traje de mi viaje a Praga. Sí…yo también soy una de esas frikis que visitan los supermercados de los lugares que visitan, estoy segura de que muchos de los que me leáis lo hacéis también y es que la cocina es un gusano que se te mete dentro y se apodera de tus impulsos de consumo…
No puedo resistirme cuando veo algo nuevo o difícil de encontrar aquí.
El otro día una mujer que conocí me dio la idea de usar esos arándanos para aromatizar la masa y no sólo como tropezones y la verdad es que el resultado fue inmejorable, muy jugoso.

Por otro lado, quiero aprovechar esta entrada para participar en el concurso de ¿cuántas horas tiene el día?

Además, casi se me olvida el día que es hoy: Felíz día de la madre y feliz día del trabajo a todos, espero que lo disfrutéis mucho, un gran saludo a todos.

Ingredientes:
  • 90g de harina de trigo
  • 30g de maicena
  • 100g de arándanos secos
  • 100g de azúcar
  • 2 huevos
  • 120g de mantequilla
  • 1/2 sobre de levadura
Para el frosting:
  • 200g de queso crema
  • 200g de azúcar glace
Sacar la mantequilla unas horas antes para que se ablande.
Poner el horno a calentar a 170º. Poner los arándanos en remojo (sólo el agua justa para empaparlos) con una cucharada de azúcar.
Tamizar las harinas y añadir la levadura.
Batir la mantequilla con el azúcar, añadir los huevos y batir. Mezclar ambas mezclas hasta que se integren totalmente.
Colar los arándanos y añadir el agua perfumada a la mezcla poco a poco (unas 3 ó 4 cucharadas), agregar los arándanos escurridos y enharinados a la masa.
Repartir la mezcla en cápsulas o ponerlas en un molde de bizcocho hasta llenar 2/3 de su volumen.
Hornear. 10 minutos si son magdalenas, 25-30 si es un bizcocho.
Mientras, preparar el frosting mezclando iguales cantidades de azúcar glace y queso de untar. Incorporando el azúcar poco a poco. Teñir con un poco de colorante (yo usé colorante en gel)
Dejar enfriar las magdalenas antes de cubrirlas con el frosting. Decorar.

Timbal de aguacate y atún

Llevo unos días muy ocupada, más que de costumbre, con cantidad de cosas que hacer y pocas ganas de cocinar. En la cocina voy por rachas, a veces tengo miles de ideas y me falta tiempo para ponerlas todas en práctica y otras veces me conformo con cualquier cosilla.
Hay días de esos en que no sabes qué comer, no te apetece mucho cocinar y parece que no te apetece nada de lo que ves en el frigorífico. El otro día me pasó algo así y estuve dando vueltas a la cabeza, hasta que ví unos aguacates que ya estaban bastante maduros. Con lo que me gusta el guacamole, pensé en hacer uno, pero después me pareció interesante intentar hacer algo un poco distinto.

Cuando te apetece algo fresquito, ésta es una buena idea y como tenemos el calor encima, ya he incorporado esta receta a las veraniegas. Fácil, rápida y fresca.
Es una ensalada distinta, con una presentación cuidada y pocos ingredientes.

Ingredientes para una persona:

  • 1 aguacate muy maduro
  • 1 lata de atún al natural
  • medio limón
  • mayonesa
  • tomate para adornar
  • sal

Pelar y triturar el aguacate, salarlo un poco. Regar el aguacate con un poco de limón para evitar la oxidación.

Mezclar el atún con la mayonesa.
Picar el tomate y reservarlo.
Con la ayuda de un aro de presentación, montar el timbal: primero el aguacate, después el atún con la mayonesa y para terminar, adornar con un poco de tomate.

pastas de azahar

Últimamente llevo una vida muy ajetreada y tengo el blog bastante abandonado, tanto que esta entrada lleva pendiente de publicar muchas semanas. Me encanta hacer todo tipo de postres, pero nunca encuentro el momento de hacer galletas, no sé muy bien por qué.
 
Cuando vi esta receta en el blog de Rosa, me pareció espectacular, hasta entonces sólo había hecho galletas un par de veces y me daban muchísima pereza. Me maravilló la sencillez de esta receta que llevaba muy pocos ingredientes, además, estaba como loca por gastar el agua de azahar (dura tanto que la botellita parece eterna).

 

 
Como uno de los propósitos blogueros de este año era hacer más galletas, estoy encantada por haberme puesto manos a la obra con esta receta que llevaba meses en mi lista de pendientes.
 

 

Me encanta la textura que tienen estas galletas, estaban fantásticas y duraron nada.
 
Ingredientes:

 

  • 120g de harina
  • 15g de maicena
  • 100g de mantequilla ligeramente salada, en dados
  • 60g de azúcar
  • 20ml (4cucharaditas) de agua de azahar

 

 
Tamizar la harina y la maicena e incorporar la mantequilla amasando los tres ingredientes con los dedos.
 
Añadir el azúcar y el agua de azahar, mezclando hasta obtener una masa firme. Amasarla un poco y dejarla reposar en la nevera 30 minutos.
 
Sobre una superficie ligeramente enharinada, estirar la masa con el rodillo hasta conseguir un grosor de 4 ó 5 milímetros. Cortar con vuestros cortapastas favoritos.
 
Colocar las galletas en una bandeja de horno ligeramente engrasada y cocer a 170ºC, durante unos 7-8 minutos, hasta que empiecen a tener color por los bordes.
 
Dejarlas enfriar y listas para tomar.

Apoyo al pepino! Tzatziki de pepino y manzana verde

Con todo lo que ha pasado estas últimas semanas con los pepinos y la falsa alarma que se ha creado, tenía que poner un pequeño grano de arena para rehabilitar la imagen de los pepinos españoles. Es terrible que se acuse tan fácilmente sin pruebas. Y que se haya puesto en duda todo el sistema productivo español sin siquiera conocerlo y sin esperar a los resultados de las pruebas.

En fin, me alegro de que todo haya pasado y que esté claro que nuestros productores no tienen nada que ver con la epidemia de Alemania. Espero que la confianza vuelva al mercado.

Saqué esta idea de un libro de recetas con ingredientes básicos.
Me decidí a prepararla hace unos días y resultó deliciosa, refrescante y distinta. Además es muy fácil de hacer y bastante sana.

Ingredientes:
  • 1 pepino pequeño
  • 1 manzana granny-smith
  • 1 limón
  • 6 briznas de menta
  • 2 briznas de perejil
  • 1 yogur griego
  • pimienta
  • sal
Pelar y cortar el pepino por la mitad a lo largo, retirar las semillas si no te gustan. Cortar en pequeños dados.
Hacer zumo del limón.
Limpiar bien la manzana. Cortarla en dados o láminas. Regarla con la mitad del zumo de limón.
Preparar la salsa mezclando el yogur con el resto del zumo de limón, agregar las hiervas finamente picadas, salpimentar y mezclar con la manzana y el pepino.
Yo lo serví en estos botecitos, que son una monada. Con estas cantidades salen para tres botes, si queremos servirlo como salsa picaremos los trocitos más pequeños, también podemos optar por rallar los vegetales. Si lo servimos como ensalada, no hace falta cortarlo tan pequeño.

Piruletas de parmesano

Creo que posiblemente esta es la receta más fácil que hay preparado nunca. Es tan sencillo que casi da vergüenza ponerle la etiqueta de «receta».

Sin embargo el resultado es estupendo por lo que no podía dejar de compartirlas con vosotros.
Me encantaron y a los que las probaron también, son originales y a nadie dejan indiferente.

Os las recomiendo para sorprender a vuestros invitados y amigos. Con esta receta quiero participar en el concurso de aperitivos de atrapada en mi cocina.


Ingredientes:

  • 200g de parmesano
  • 1 cucharada de semillas de amapola (u orégano)

Precalentar el horno a 220º. Rallar el parmesano muy fino. Agregar las semillas de amapola o un poco de orégano, mezclarlo todo bien. Podemos ahorrar tiempo si compramos el parmesano ya rallado, pero le quitará frescura.

Repartir la preparación en pequeños montones sobre una placa de horno cubierta de papel sulfurizado, dejando bastante espacio entre unos y otros, aplastar un poco los montones con una cuchara de modo que se queden redondas.

Colocar un palito de madera en el centro de cada círculo.
Hornear entre 4 y 5 minutos, en realidad, en cuanto los círculos empiecen a dorarse en los extremos hay que sacarlos del horno.

Despegarlas con cuidado con una espátula y dejarlas enfriar.

Ya podemos disfrutar de nuestras piruletas. Tardan en hacerse más o menos lo mismo que en comerse.

Bizcocho de cola-cao

¿Os ha ocurrido alguna vez querer algo dulce y que os falten ingredientes?
Creo que es algo muy habitual, que a cualquiera nos puede pasar. Siempre nos quedan dos opciones: salir corriendo al súper más cercano o buscar alternativas.

Este bizcocho lo hice con mi madre, hace meses para probar el horno de convección que gané en el sorteo de Bath and Home Design. Que por cierto me encanta, es tan fácil de usar y de limpiar…

Esa tarde no sabíamos qué hacer, no teníamos chocolate pero nos apetecía mucho hacer algo tipo brownie. Como estábamos en mi pueblo, ir al súper en domingo no era factible. Buscando buscando vimos esta receta con Cola-cao y nos pareció una buenísima idea. Nos salió bien porque conseguimos satisfacer nuestras ganas de chocolate sin necesidad de esperar a ir al supermercado.

No hace falta decir que no dejamos nada de nada.

Ingredientes:

• 200g de Cola- Cao
• 200g de harina de repostería
• 1 sobre de levadura
• 4 huevos
• 150g de mantequilla en punto de pomada
• 170g de azúcar
• 150g de leche entera

Mezclar la harina, el cola-cao y la levadura.
Por otro lado, mezclar los huevos con el azúcar, cuando se haya mezclado bien, añadir la mantequilla reblandecida y batirlo hasta que se quede totalmente integrado. Agregar la leche y batir durante un par de minutos, debe quedar una crema suave y espesa.
Precalentar el horno a 180º(si es el de inducción no hace falta) y engrasamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con un poco de cola-cao.
Una vez cocido el bizcocho (unos 20 minutos después) espolvorear con azúcar glace.

Bastoncitos de hojaldre y queso

Esta receta la saqué de una revista francesa que me encanta, creo que este número en concreto es el mejor que jamás ha caído en mis manso, es como un manual para hacer todo tipo de exquisiteces que siempre compramos porque se trata de recetas que normalmente no conocemos: crackers, nubes, caramelos, bollería, salsas… Quiero hacer casi todas las recetas de esta revista.

Estos bastones los hice para el cumpleaños de una amiga y quedaron muy bien, me gustaron mucho, es una auténtica sorpresa servir a tus amigos un aperitivo como este hecho en casa. Y ellos los van a apreciar, os lo aseguro. Se trata de ese tipo de preparaciones que van bien para cualquier momento.

Me gustó mucho hacer estos bastoncitos y mucho más comerlos. Estaban muy ricos y los invitados se quedaron sorprendidos. Está muy bien probar este tipo de recetas porque son muy sabrosas.

Ingredientes para 30 bastoncitos:

  • 200g de masa de hojaldre
  • 30g de harina para la superficie de trabajo
  • 1 yema de huevo
  • 1 cucharada de leche
  • 80g de queso rallado (yo usé una combinación de chedar y emmental)
  • 1 cucharada de semillas de amapola (y/o sésamo)
Encender el horno a 210º.
En un cuenco, batir la yema con la leche.
Repartir la harina sobre la mesa de trabajo. Colocar el hojaldre sobre la mesa en un rectángulo, con la ayuda de un pincel, repartir la mezcla de huevo y leche sobre la superficie del hojaldre y repartir el queso (y las semillas) por encima.
Cortar la masa en tiras de 2 centímetros de ancho y 5 de largo. Retorcerlas.
Meterlas en el horno durante unos 10 minutos sobre un papel sulfurizado supervisando la cocción. Dejar enfriar sobre una rejilla en lugar seco.

Cenita de verano: pizza de rúcula y parmesano con ensalada de espinacas y mostaza a la antigua

Cuando llega el calor y nos refugiamos en casa con los porque hace tanto calor que ni siquiera nos apetece salir a cenar, no hay nada mejor que quedarse al fresquito del aire acondicionado o del patio y hacer una cenita apetecible, ya sea con la familia o con amigos.
Esas cenas ricas al fresco ¿no son acaso lo mejor del verano? A mí me lo parece, desde luego.

Me encanta la combinación pizza ensalada y si la pizza etsá hecha en casa, mejor aún.
Os presento la mejor receta de pizza que conozco: la probé en un restaurante con unas amigas y me pareció espectacular y tan sencilla de hacer que no pude resistirme a probar a hacerla en casa y ya se ha convertido en mi favorita.

La ensalada, pues no tiene gran misterio, una base de espinaca fresca con una vinagreta de mostaza a la antigua y cuatro ingredientes más, por supuesto podéis tunearla a vuestro gusto. En mi opinión, la combinación de las espinacas con la mostaza a la antigua es fantástica.

Ingredientes para la pizza:

  • harina especial para pizza
  • aceite
  • agua
  • rúcula
  • salsa de tomate
  • tomate natural
  • parmesano

Ensalada:

  • espinacas
  • tomates
  • bacon
  • queso rallado

Vinagreta:

  • mostaza a la antigua (al gusto)
  • aceite (3 partes)
  • vinagre de vino (1 parte)
  • sal

Para hacer la vinagreta: disolver la sal en el vinagre, añadir el aceite y la mostaza, mezclando hasta que emulsione.

Para hacer la pizza: seguir las instrucciones del paquete de harina para pizza. Mientras se deja reposar la masa, hacemos la ensalada y cortamos el tomate y el parmesano en láminas finas.

Para hacer la ensalada: poner la base de espinacas. Cortar los tomates en dados.
Cortar el bacon en trocitos y pasarlo por la sartén sin aceite para que suelte la grasa.
Añadir el queso rallado, mezclar con la vinagreta.

Cuando la masa esté lista para hornearse, la estiramos sobre una superficie plana con un rodillo, extendemos la salsa. Repartimos las lonchas de tomate por encima y lo cocemos en el horno durante
pasado ese tiempo, sacamos la pizza del horno.
Colocamos las hojas de rúcula como una capa sobre la pizza aún caliente y hacemos otra capa con el parmesano. Servir rápido, antes de que el queso se reblandezca.